¿Cuántos libros debo leer para considerarme un "lector"? No se trata solo de la cantidad, sino de la calidad de los textos que vamos a leer (ver articulo sobre la subjetividad de la calidad de una obra literariad ). Además, otro factor a considerar es la diversidad de géneros. Me pasaba con la música cuando estudiaba en la academia, mis compañeros melómanos decían que yo no podía llamarme así, pues, aunque había escuchado mucha música, mi lista se reducía a The Beatles, Queen y Led Zeppelin. Todos juntos forman un compendio de más de 500 temas musicales, pero según los más conocedores, no había variedad, entonces no podía considerarme "melómana" a su juicio. Fue así que me abrí al reto de escuchar "un poco de todo", y ahora guardo un repertorio que va desde música clásica de diversos autores hasta reguetón.
Parece que sucede lo mismo con la lectura. No vale la pena haber
leído solo todos los tomos de Condorito y algunos libros de autoayuda. Pero
creo que la apreciación más antipática es que si no has leído Don Quijote o
Poemas del Mío Cid, ni se te ocurra decir que eres un lector. Y volvemos al
principio. ¿Si leo solo estas dos obras ya puedo considerarme un lector? Yo
tengo un pensamiento bastante personal. Para mí, un lector es aquel que,
independientemente de la cantidad o calidad de las obras que lea, disfrute
mientras realiza esta actividad.
He visto muchas personas que, obligadas a leer, terminan odiando los
libros, sin importar el formato o lo interesante y beneficioso que pueda ser
adentrarse en una lectura específica. ¿Es culpa del lector? No. Es culpa de la
escuela que nos ha impuesto de forma obligatoria lecturas y análisis de textos
que, al momento de disfrutar de una buena historia, no influyen en la
apreciación de la obra. Estoy de acuerdo en que saber analizar un texto desde
una perspectiva literaria puede enriquecer la experiencia de la lectura, pero
no es requisito absoluto para disfrutar de los libros. ¿A quién le importa cuál
es el género literario de determinada obra, la forma en que se presenta el
narrador, si es omnisciente o si la obra pertenece a la novela, el cuento o la
fábula, el romanticismo o la lírica? ¡Déjame leer! y ya veré si me interesan
estos datos adicionales, que son más interesantes para los bibliotecarios o los
estudiosos de la literatura. Te aseguro que, si una obra te atrapa, querrás
saber más sobre los detalles literarios de lo que acabas de leer.
Y es que siento que leer no forma parte de nuestra evolución, y
hemos querido meter a la fuerza este hábito en nuestro ADN. Leer no es un acto
natural inherente al ser humano de la misma manera en que comer, dormir o
comunicarse lo son. La lectura es una habilidad culturalmente adquirida que se
desarrolla a lo largo del tiempo a medida que las personas son expuestas a la
escritura y a la educación formal. A diferencia del lenguaje oral, que es una
capacidad innata en los seres humanos y se desarrolla de manera natural en el
entorno social, la lectura y la escritura son habilidades que se enseñan y se
aprenden.
pacidad de aprender a leer está presente en nuestra
biología, no es una habilidad que se desarrolle de manera espontánea en un entorno
sin exposición a la escritura. Requiere instrucción y práctica. La lectura es
una habilidad culturalmente condicionada, y su adquisición depende de la
educación y del acercamiento a materiales escritos.
Dicho esto, una vez que se obtiene la habilidad de leer, puede
convertirse en una actividad gratificante y enriquecedora para las personas, y
muchas culturas promueven y valoran la lectura como una forma importante de alcanzar
conocimiento, expresar ideas y disfrutar de historias. Sin embargo, no todos
los individuos desarrollan un amor por la lectura, y las preferencias varían
ampliamente. Algunas personas encuentran la lectura más atractiva que otras
actividades, mientras que otras pueden preferir medios audiovisuales o formas
diferentes de adquirir información y entretenimiento.
Leer conlleva esfuerzo y
concentración, y si además le agregamos presión social, se hace más ardua una
tarea que debería ser amena, entretenida y llevada a cabo por una decisión
consciente y voluntaria, no por imposición. No todos nacimos para leer. Te
sorprenderías de la cantidad de personas que, aun sabiendo leer, no lo hacen.
Conozco personas que jamás han leído un libro, más allá de los fragmentos de los
títulos de literatura obligada en la educación secundaria, y que consiguen los
conocimientos que necesitan a través de videos o la televisión. Y no porque les
dé pereza, simplemente no les atrae esta actividad y solo pensar en pasar horas
frente a un montón de páginas sin dibujitos les causa terror. ¿Esto las hace
menos intelectuales? No. Simplemente optaron por recibir el conocimiento de
otras fuentes distintas al Arial Black.
En conclusión, No existe una cantidad específica de libros que debas
leer para considerarte un "lector". La etiqueta de "lector"
no está definida por una cifra precisa, ya que la lectura es una actividad
personal y subjetiva. En lugar de enfocarte en la cantidad de libros, es más
importante centrarte en el disfrute y el valor que obtienes de la lectura.
Melikzareth Blanco Mazarelly
2023
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